Y por fin llegó el capítulo final de este proyecto que arrancó a inicios de este curso escolar a través del Sistema de Educación y Gestión Ambiental del Centro. Contando con la inestimable colaboración de los alumnos de Tecnología Industrial y los profesores Francisco Rodriguez Nieto y Arturo Ayuso Ramos, se ha podido llevar a cabo un increible proyecto de renaturalización de nuestro patio escolar.
En este proyecto, se ha querido ir más allá. Los jardines verticales hablan de la renaturalización de espacios que carecen de zonas verdes, de proporcionar una segunda vida útil a materiales que se iban a tirar, de asumir las imperfecciones de esos materiales usados como parte de la belleza de una idea. Y todo esto con el objetivo de cuidar el mundo que les dejamos a los que vienen detrás.
Enhorabuena a Daniel Martín, Irene Ramos, Daniel Rueda, Víctor González, Komi René, Germán Arteaga, Eduardo Mate, Marta Sanz, Juan José Blanco, Lucas Fernández, David Martín, Marco Fernández, Vander García, Víctor Elvira, Juan Rojas y todos los que nos han ayudado a llevar a cabo este fantástico proyecto. Habeis dejado huella en este Centro. ¡Gracias!
¡Y vaya final más bonito! Después de muchas dificultades y un gran trabajo previo por parte de todos los alumnos, de profesores de distintos ámbitos, de compañeros de otros cursos y de cualquier miembro de la Comunidad Educativa que se ha acercado cuando ha podido a echar una mano, el día tenía una tarea muy simple ¡Solo faltaba plantar!
Los días anteriores se había procedido a echar la tierra en las macetas y acondicionar los jardines verticales para que todo estuviera a punto para la gran inaguración.
Desde el Grupo de Trabajo de Medio Ambiente junto con la Dirección del Centro se decidió que para inaugurar los Jardines Verticales, los protagonistas, además de los autores, fueran esos que vienen detrás, nuestros pequeños compañeros de la Escuela Infantil y de Educación Infantil.







Para comenzar, los alumnos de Educación Infantil, trajeron sus pequeñas plantas que han estado cuidando en el aula durante el curso, para plantarlas en el Huerto Escolar. Otro proyecto que año tras año hace las delicias de los más pequeños. Para ello, en este caso contaron con la inestimable colaboración de los alumnos de 4º ESO, que lo habían estado acondicionando con mucho cariño días antes.














Para concluir, qué mejor imagen que ver a los mayores, alumnos y profesores, explicar a los más pequeños lo que han construido y que con una gran ilusión planten juntos las plantas que dan vida a estos jardines verticales. ¡Sin palabras!



































































¡No se podría haber pedido un mejor final para este proyecto!