Como no podía ser de otra manera, un año más nos hemos acercado a la montaña palentina a subir el Belén a las Cumbres. No importa los malos momentos que estamos pasando por culpa de la maldita pandemia. Cuando nos acercamos a la montaña con buenos amigos, nuestro espíritu se desprende de las malas experiencias pasadas para afrontar las navidades con mayor energía, por muy cuesta arriba que se nos pongan.
En esta ocasión nos hemos acercado según el Instituto Geográfico Nacional a la Sierra de Peña Labra, o como otros autores la denominan «Sierra de Híjar». Se encuentra dentro del Parque Natural Fuentes Carrionas y Fuente del Cobre, en la provincia de Palencia. Estamos muy cerca de la localidad de Brañosera, que tiene el honor de ser el primer ayuntamiento de España.
Desde el pueblo, subimos a un gigantesco aparcamiento, desde el que comenzaremos nuestra ruta, situado a 1502 metros de altitud. Desde este aparcamiento divisamos el Albergue del Golobar, que en la actualidad se encuentra completamente derruido. A finales de los años 1960 se proyectó la instalación en sus inmediaciones de una estación de esquí, y se acometió la construcción de varios remontes y de un gran edificio en su cima destinado a un Parador de Turismo, pero el proyecto se paralizó y las instalaciones fueron abandonadas. ಠ_ಠ
Desde el principio comenzamos una fuerte ascensión de aproximadamente dos kilómetros, hasta Peña Rubia situada a 1937 metros. El día está soleado, casi totalmente despejado, por lo que haremos seguro unas fotos preciosas. En todo momento vamos paralelos a un vallado de separación entre fincas, caminando sobre brezal y sorteando gran número de escobas. Prácticamente la única vegetación que encontraremos durante toda la ruta. La subida es bastante exigente, pero las vistas que vamos contemplando son un buen indicativo de los paisajes que esperamos para este día. ᕦ(ツ)ᕤ
Impresionantes vistas de Las Tuerces, al fondo
Es en esta peña donde decidimos dejar nuestro Belén por si no es posible subir a nuestro destino final. Sacamos champan, los bombones y los polvorones y lo celebramos por todo lo alto. ¡Estuvo genial!
Después de sacarnos las oportunas fotografías del momento y recoger todo lo que habíamos sacado, seguimos camino a través de la cordal de la Sierra de Hijar en dirección oeste, siguiendo la valla de separación entre Castilla y León y Cantabria. Debemos tener cuidado de no cruzar al otro lado por las limitaciones impuestas por la Junta de Castilla y león debido a la pandemia por COVID-19. ¯\_(ツ)_/¯
A nuestra derecha vamos dejando el Valle de Campoo, con la estación de esquí en uno de sus extremos.
A mitad de camino por esta cordal, debido a la falta de tiempo, parte de la expedición desciende directamente al refugio del Golobar, para bajar a comer a Brañosera. ¡Lástima!
Bonitos colores del brezal con la roca de la cordal
El resto continuamos camino por la cordal, para después de 5 kilómetros y elevarnos hasta una pequeña cima a 2062 metros de altitud, girar a la izquierda en dirección al Valdecebollas. Debemos caminar bastante concentrados por las piedras, puesto que muchas de ellas tienen hielo, y pueden hacernos perder el equilibrio.
Bajamos al Collado Sestil (2.039 metros) y contemplar una de las imágenes más espectaculares del día. Toda la Montaña Palentina completamente nevada. Las vistas son de auténtica postal, pudiendo contemplar entre otras cumbres, el magnifico Espigüete, el cordal del Curavacas, Peña Prieta e incluso el Coriscao. Más a la derecha, las cumbres del sector occidental de los Picos de Europa.
A partir de aquí seguimos un sendero perfectamente marcado, dejando a nuestra izquierda el Sestil Alto (2.102 metros), hasta llegar a la cima del Valdecebollas a 2143 metros de altitud. Arriba nos recibe el «Torreón», una pequeña torre cilíndrica escalonada de piedra, con una placa y un vértice geodésico. ¡Las vistas son espectaculares! ヽ(ヅ)ノ
Bajamos de este fantástico lugar por donde hemos subido, hasta llegar de nuevo al Collado Sestil, para desviarnos a la derecha y comenzar el descenso al Albergue del Golobar (1776 metros).
La bajada es muy divertida por la cantidad de nieve acumulada.
El último tramo (unos 5 kilómetros) los bajamos a través de la carretera que une el refugio con el aparcamiento. Al final se hacen bastante pesados.
Para finalizar este extraordinario día bajamos a la Presa de Aguilar de Campoo desde donde contemplamos como los últimos rayos de Sol del día iluminaban la espectacular Montaña Palentina ¡Sin palabras!
Un día espectacular que nos ha ayudado a desconectar y volver con más fuerza a nuestras rutinas diarias.
¡Nos vemos en la montaña!
Impresionantes vistas!!! Estás en forma, Arturo!!
¡El día estaba espectacular!
A ver si nos abren Castilla y León y podemos bajar a disfrutar de tu tierra.
Un beso