En esta ocasión nos hemos acercado al espectacular Parque Natural del Valle de Iruelas, en la provincia de Ávila. Se encuentra en el límite más oriental de la Sierra de Gredos. Subimos por la carretera que sube al Puerto de Casillas dejando el coche en uno de los entrantes que tiene la subida.
El Parque es una zona protegida debido a que es zona donde está instalada la colonia más numerosa de buitres negros de todo el continente europeo. También podemos encontrar varios ejemplares de águila imperial, que hace que este lugar fuese declarado como Z.E.P.A. a principios de los años 90.
Subimos a pie por la carretera, cruzando el puente donde hemos dejado el coche, siempre paralelos al rio Iruelas. En esta época del año baja bastante caudaloso y su sonido nos acompaña durante los primeros tramos de nuestro recorrido.
Después de unos kilómetros de subida encontramos un cercado por que ya está prohibido el paso debido a la especial protección del parque. Aún así, nos adentramos unos metros hasta un refugio y un pequeño bosque de secuoyas. Junto a estos impresionantes seres vivos, encontramos ejemplares milenarios no menos espectaculares de pinos negral y laricio. Estos gigantescos ejemplares están salpicados con bonitos rodales de roble melojo, castaños y enebros, el matorral bajo compuesto cambrón, piorno serrano, escobas y jaras. El colorido de esta época del año nos deja obnubilados. ¡Que maravilla!
Después de disfrutar de este precioso lugar y a la vista de que no podemos continuar nuestro camino por las limitaciones del Parque, bajamos hasta el camping, cerca del Embalse de Burguillo para conocer la Senda Lancha de las Viboras. Se trata de una ruta circular de unos cinco kilómetros accesible para todos los niveles.
El primer tramo es el más duro con una exigente subida en zetas a través de grandes moles de granito, rodeados de un bonito pinar entre helechos y jaras.
Después de un par de kilómetros llegamos al observatorio de aves desde donde podemos contemplar el valle de Iruelas en todo su esplendor. Al fondo, lejos de los objetivos de nuestras cámaras vemos algún ejemplar de los majestuosos buitres negros que pueblan este valle. ¡Espectacular!
Después de este punto, la ruta se hace más suave encontrando varias praderas donde poder descansar. Algunas rocas son realmente espectaculares con diferentes formas que nos transportan a un bonito cuento de hadas.
El descenso hasta el aparcamiento lo realizamos entre pinos visitando al final el Embalse de Burguillo.
Un descubrimiento este Valle de Iruelas, el cual es una lástima no podamos contemplar en toda su plenitud. Es entendible este celo por preservar sus secretos por ser de los pocos lugares que le quedan para sobrevivir al majestuoso buitre negro y del águila imperial.
¡Nos vemos en la montaña!