A pocos días del incierto comienzo de las clases, nos hemos acercado a realizar una de las rutas más sorprendentes de la Sierra de Gredos, la Garganta de la Nava, donde se encuentra uno de los circos glaciares más bonitos de esta sierra. Esta garganta se encuentra muy cerca de la localidad de Barco de Ávila en la parte occidental de la provincia de Ávila. Para la aventura de hoy nos acompañará Maru. Una buena amiga oriunda de estas tierras que conocimos en otras aventuras, que nos hará de guía hasta la mitad del recorrido. Junto a ella estará su pequeño de dos años con su bonita sonrisa, que ya apunta maneras de escalador. ¡Todo un lujo!
Comenzamos la ruta desde el aparcamiento, cruzando el Puente de la Yunta, que nos dará acceso directamente a la Garganta de la Nava, a 1216 metros de altitud. El comienzo es un camino rodeados de un bonito bosque típico de la zona, hasta una puerta metálica que nos introduce directamente a la parte más ancha de la garganta. El camino está perfectamente marcado y es sencillo de seguir, lo que nos permite mantener un buen ritmo. Después de varios kilómetros el bosque ha desaparecido y nos encontramos en una zona más agreste con varios canchales a nuestro alrededor.
Según avanzamos en nuestra marcha, nos encontramos el pequeño refugio de Navacasera, en buen estado de conservación. A lo lejos vamos contemplando el espectacular paisaje rocoso con varias cascadas que nos espera. Un poco más adelante llegamos al refugio de la Losa, también bien conservado. Alrededor nuestro podemos encontrar multitud de ganado pastando tranquilamente sin importarles nuestra presencia.
Seguimos ascendiendo hasta que los hitos e indicadores nos hacen cruzar la corriente de agua. En esta época del año el riachuelo baja prácticamente sin agua con lo que no es muy complicado cruzar al otro lado. Creemos que no será tan fácil en otras estaciones.
Al poco de cruzar la corriente da agua, nos encontramos una gran roca en medio de la garganta con una pequeña capilla con una virgen. Aquí nuestros fantásticos guías se despiden y nos dejan con gran pena continuar nuestro camino.
Cada vez nos vamos introduciendo más en la parte agreste de la garganta con espectaculares paredes de roca caliza junto a las cuales podemos ver varios derrumbes recientes. A partir de este punto la ruta comienza a ponerse un poco más exigente, haciéndose totalmente protagonista la roca. El paisaje es espectacular con varias pozas y bonitas cascadas en todo este recorrido donde paramos a hacernos multitud de fotos.
Subimos por varias zetas de un camino construido por los trabajadores que levantaron la presa de la Laguna de la Nava hasta el Barrerón del Campanar, salvando un profundo barranco. La presa ha servido durante años para un mejor aprovechamiento de sus aguas para riego. Algunas partes de este camino son realmente impresionantes. Una vez arriba del barrerón nos encontramos una bonita pradera, que constituye el primer circo la garganta.
Un último esfuerzo nos llevará finalmente al espectacular circo donde se encuentra la Laguna de la Nava. Se trata de una laguna bastante profunda, situada a unos 1939 metros de altitud, rodeada de paredes rocosas, destacando el Alto del Corral del Diablo, con una altitud de 2.366 metros.
Después de comer, meter los pies en la laguna y disfrutar del espectáculo de 360º que nos rodea, emprendemos el camino de vuelta por el mismo camino de ida.
Dos cabras montesas curiosas.
Un fantástico día de montaña en la mejor compañía y con dos fantásticos guías que esperamos sigan enseñándonos la belleza de estas cumbres.
¡Nos vemos en la montaña!
Aún me debes fotos de esa ruta.