Una nueva jornada nos hemos acercado a la preciosa Montaña Palentina. Después de tantos meses de confinamiento, y ante la posibilidad de nuevas restricciones a causa del COVID-19, nos hemos acercado al Parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente del Cobre, a realizar una entretenida ruta a través de una espectacular arista hasta La Verdiana.
En un día con posibilidad de lluvia, salimos del pueblo de San Juan de Redondo, a una altitud de 1185 metros sobre el nivel del mar, con nuestra fantástica guía. Cruzamos el puente sobre el río Pisuerga, justo donde habíamos dejado el coche, para comenzar ascendiendo una ladera que rápidamente nos lleva a la arista de Peña Bermeja.
Desde aquí y durante prácticamente la mitad de la ruta caminaremos por la arista muy entretenida, en un cresteo prácticamente constante hasta llegar a Peña Bermeja (1584 metros). Con algún paso más complicado y bastante expuesto, salvado excepcionalmente por nuestra guía, y teniendo que poner las manos en más de una ocasión, vamos avanzando con bastante seguridad. También tendremos que desandar en alguna ocasión unos metros para bajar de altitud para reducir la dificultad. ¡Menos mal que llevábamos a nuestra fantástica guía!
Las vistas son espectaculares. Según vamos avanzando a nuestra derecha e izquierda podemos contemplar las vistas entre nubes de Peña Labra, Tres Mares, Cuchillón, Valdecebollas, Peña Tremaya, Curavacas, Peña Abismo y Peña Redonda, entre otras. La pena es que la gran cantidad de nubes no nos dejarán contemplar nítidamente algunas de ellas.
Desde este punto, y con el miedo de que la lluvia hiciera acto de presencia para complicarnos la ruta, continuamos por la arista hasta llegar hasta el collado formado por la Peña del Gato y la Peña del Sol (1525 metros)
Desde este collado nos dirigimos hasta el Collado Morcillero, para ascender rápidamente por una pradería ascendente hasta La Verdiana, situada a 1752 metros de altitud. El día ahora está totalmente despejado sobre nosotros, por lo que decidimos almorzar en este punto con unas vistas increíbles.
La bajada la realizamos a través del Collado de Viarce, descendiendo por el valle hasta encontrarnos con el Arroyo de Viarce. Este valle nos adentra en un bonito hayedo a través de una pista bastante cómoda hasta Santa María de Redondo. Desde aquí nos acercamos al punto de partida por la carretera, paralelos al rio Pisuerga.
Un fantástico día donde prácticamente no nos encontramos a nadie. Muy recomendable para aquellos a los que les guste caminar por crestas moderadamente expuestas.
¡Nos vemos en la montaña!