Subida a la Portilla de las Cinco Lagunas desde Garganta Bohoyo en Gredos

De nuevo nos acercamos hasta el Parque Regional de Gredos para realizar una exigente ruta. En esta ocasión vamos a recorrer la Garganta de Bohoyo para subir a la Portilla de las Cinco Lagunas, desde donde tendremos unas vistas espectaculares. Es una ruta actualmente desconocida, pero hasta que se realizó el acceso a la plataforma era el sendero habitual para pastores, cazadores y primeros montañeros y naturalistas para acceder hasta Cinco Lagunas o el Pico Almanzor. Durante muchos años este valle glaciar fue privado, perteneciendo a la Duquesa de Alba, por lo que era muy complicado realizarlo en su totalidad.

Salimos del aparcamiento (1178 metros de altitud), a través de un joven robledal, a la sombra de sus bonitos ejemplares. La temperatura es muy agradable con intervalos nubosos. Vamos calentando motores para lo que esperamos sea una larga y calurosa jornada. Iniciamos la ascensión por el camino arbolado de Peñagorda, siguiendo la senda PR-AV-16, hasta llegar a la garganta propiamente dicha, por un camino rural utilizado para las labores de labranza y ganadería.

Estamos a finales de primavera, y los colores con que nos acoge la Garganta de Bohoyo son sorprendentes. Helechos, Tomillo o Piorno, entre grandes rocas reminiscencias del origen glaciar del valle, dan un gran colorido a este valle Por el camino encontramos curiosos lagartos ocelados que asustadizos huyen de nosotros.

A partir de este punto, el recorrido siempre será ascendente siguiendo el curso del Rio Bohoyo paralelos al cauce del río por su margen derecha. Avanzamos por el Prado del Tomate hasta llegar hasta el primer refugio del día, Refugio la Seca, a unos 4 km de la salida. El robledal ya prácticamente ha desaparecido y nos encontramos vegetación más propia de montaña.

Los siguientes puntos de interés serán los refugios de la Redonda y la Longuilla, a poca distancia del primero. Durante este tramo podemos contemplar perfectamente distintas formaciones glaciares. Circos, morrenas frontales o terminales, conos de deyección, o glaciares colgantes, entre otras formaciones, hacen las delicias de los geólogos. Durante este tramo, el camino prácticamente ha desaparecido, teniendo que guiarnos por los hitos que nos vamos encontrando. A nuestro alrededor, varios ejemplares de cabras montesas, especie reina de este lugar, nos observan curiosas, saliendo corriendo en cuanto nos acercamos a su posición.

El siguiente punto será el refugio del Landrón, a 9 kilómetros de la salida, en la parte superior de la majada de los Canchos. Nos encontramos vegetación más baja y escasa en nuestro camino, siendo el recorrido más propio de alta montaña.

El último refugio, Refugio del Belesar, lo encontraremos a bastante más distancia cruzando los terrenos de la Hoya y el Capadero. En el inicio de la garganta del Capadero nos encontramos una preciosa cascada, que en este terreno tan pedregoso es un autentico oasis para nuestros sentidos. ¡Las fotos son preciosas!

A partir de este punto, el terreno se convierte en enormes placas de roca, por las que iremos avanzando rápidamente siguiendo los numerosos hitos. Los brezos y piornos van dando paso a praderas de altura. La sierra de Gredos está constituida por rocas graníticas que se formaron por el lento enfriamiento de los magmas del interior de la corteza terrestre. Se trata de un paisaje lunar, lleno de grandes rocas, depositadas allí debido a la desaparición de los glaciares hace miles de años. En esta zona, el Rio Bohoyo se encajona, formando varias cascadas de singular belleza.

Después de un largo trecho de unos 5 km llegamos al Refugio del Belesar. Hemos recorrido unos 14 kilómetros y nuestras piernas empiezan a notar el cansancio. En este punto paramos a comer y descansar un rato. En principio hasta aquí llegaba nuestra aventura, pero unos montañeros que estaban en el refugio nos animaron a subir hasta la Portilla de las Cinco Lagunas.

Los más aguerridos, progresamos por la garganta hasta adentrarnos en la Hoya del Belesar, ascendiendo hasta un collado, desde donde a nuestra espalda podemos contemplar toda la garganta. Desde este punto tomamos dirección a la Portilla de las Cinco Lagunas (2358 m), a través del collado del Belesar, desde donde las vistas son impresionantes. La existencia estas Lagunas se debe a la acción erosiva de los grandes glaciares que se formaron en el Alto Gredos durante el Pleistoceno. ¡Qué razón tenían los montañeros!

Para regresar hasta la hoya desandamos nuestros pasos y aprovechamos para contemplar otras fantásticas vistas de valles del entorno. Una vez de nuevo en el refugio, agradecemos el consejo a nuestros amigos, y volvemos por el mismo camino hasta el aparcamiento.

Una ruta muy larga de más de 30 km y 8 horas, que podemos considerarla complicada por su longitud y la cantidad de rocas en el camino, que nos ha provocado sentimientos encontrados de dureza y extrema belleza.

¡Nos vemos en la montaña!

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