Salimos desde un aparcamiento situado en la localidad de Bakio, por la carretera que va a Bermeo, en dirección a la ermita de San Juan de Gaztelugache. El primer tramo lo realizamos por carretera, con unas impresionantes vistas del pueblo a nuestra izquierda, hasta tomar un camino a la derecha a través de un bosque de eucaliptos.
En el País Vasco el tema de los senderos está complicado, por lo que tenemos que tomar la carretera en numerosas ocasiones. En esta comunidad todos los terrenos son privados, por lo que los propietarios en muchas ocasiones taponan los caminos de «servidumbre» para evitar el paso de los senderistas. Además, como en muchos otros lugares, realizan plantaciones indiscriminadas de eucaliptos, eliminando completamente las sendas.
Por el camino nos encontramos la iglesia de San Pelayo, una de las pocas iglesias románicas en Vizcaya.
Desde aquí, bajamos a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, que data del siglo X. Esta pequeña iglesia está situada sobre el islote de Gaztelugache, unido a tierra firme por un puente con dos arcos. Este lugar ha sido elegido por la serie Juego de Tronos para recrear alguno de sus episodios. Debajo del islote podemos ver unas increíbles formaciones rocosas denominadas flisch. Se trata de formaciones de origen sedimentario compuestas por sucesiones de capas de roca dura (caliza o pizarra) con otras más blandas (margas o arcillas). La diferente dureza de cada capa hace que haya un desgaste diferencial, quedando las más duras en resalte. ¡El resultado es impresionante!
Un día fantástico en el que hemos podido visitar una de los lugares más emblemáticos de Vizcaya.