Una de las subidas más espectaculares de la Montaña Palentina es, sin duda, la del Pico Espigüete (2451 m).
Esta zona se encuentra al Norte de la provincia de Palencia y está formada por varias comarcas y valles. Limita al Oeste con León, al Norte con Cantabria y al Este con Burgos. Aquí se encuentran además del Espigüete, cumbres tan emblemáticas como el Curavacas, el Murcia, las Agujas de Cardaño o el Pozo Lomas, entre otras. También nacen ríos como el Carrión o el Pisuerga.
Hicimos noche en un coqueto albergue en la población cercana de Triollo. De esta forma teníamos las posibilidad de comenzar la ruta antes de la salida del Sol y aprovechar al máximo las horas de luz. Comenzamos la ascensión con noche cerrada con los frontales a plena potencia, alcanzando la zona más complicada del pico con la salida del astro rey. La subida la realizamos por la arista Este, justo desde el aparcamiento (1300 m aprox.) situado entre Cardaño de Abajo y Cardaño de Arriba.
Desde el principio comprobamos la dureza del ascenso teniendo que poner las manos en más de una ocasión. Hay tramos de pedrera complicados de ascender, donde se nos van las botas con tanta roca suelta. Según ascendemos las vistas son increíbles.
El Embalse de Camporedondo vacío por obras en la presa.
El Pico Murcia (2349 m) con su característica forma de pirámide.
El Curavacas (2524 m) con su familiar forma de M.
Tres provincias (2499 m), Peña Prieta (2539 m) y Las Agujas de Cardaño. Debajo podemos contemplar también los Lagos del Pozo de las Lomas.
Hubo parte del recorrido que lo realizamos prácticamente tumbados, escalando y descendiendo sobre la maciza roca. Tuvimos la suerte de que no había viento puesto que sino la ascensión se habría complicado enormemente.
Cada vez que pasamos un pico nos vamos acercando a nuestro ansiado objetivo.
Mirando hacia atrás
Pico Espigüete
Las vistas de Picos de Europa son espectaculares.
Una vez en la cumbre te das cuenta de que es una de las ascensiones más espectaculares y de mayor dureza que hemos realizado. El esfuerzo ha merecido la pena y como recompensa tenemos unas vistas espectaculares que nunca olvidaremos, además de la sensación de haber logrado una hazaña que no está al alcance de todo el mundo.
Pero nos faltaba el descenso. La bajada se puede realizar por distintos lugares, cada uno de ellos con su dificultad. Continuamos en la misma dirección, por la arista, para girar hacia la derecha y bajar por la cara noroeste. En esta posición podemos divisar el majestuoso pantano de Riaño, junto con los imponentes picos Yordas y Jilbo.
Esta parte es una de las más complicadas y peligrosas del Pico Espigüete que debe hacerse únicamente con profesionales y el material adecuado. Parte del descenso lo realizamos agarrados a la pared. En algunos tramos incluso se hace necesario echar la cuerda para asegurarnos.
Una vez que descendimos la cumbre llegamos al Collado de Arra.
Caminamos algún kilómetro por el Valle de Mazobres hasta llegar a la cascada del mismo nombre donde pudimos relajarnos para continuar el camino hasta el aparcamiento.
Una de las experiencias más increíbles de nuestra vida siempre acompañados de los mejores compañeros.
Gracias por todo amigos.