Y llegó el momento más agridulce de la semana: algunos contentos porque nos vamos a casa, otros tristes porque se termina y muchos nostálgicos porque nos tenemos que despedir de nuestros compañeros de Toledo.
A las 8h nos despertamos al ritmo de la música de Rosalía para asearnos, hacer maletas, desayunar y comenzar la última de las actividades aquí en Villardeciervos.
A las 10h comenzamos. Hoy toca realizar nuestro proyecto medioambiental, el cual nos ha permitido estar aquí. Dividiendo al grupo en dos, uno hará en primer lugar el proyecto del IESO de Toledo y después el nuestro propio y el otro grupo lo hará a la inversa de igual manera.
A través de un vídeo explicativo en el que aprendemos la diferencia entre economía lineal y economía circular, nos centramos en varios utensilios/objetos/enseres que contienen además de componentes como metales o madera, también plásticos, eje central del proyecto. A través de dibujos en una cartulina explicamos oralmente cómo sería una nueva vida útil del producto a través de una economía circular y de dónde se extraen los diferentes componentes de los productos y qué ocurre con ellos en una economía lineal.





























Tenemos que reconocer que se proponen grandes ideas a la hora de ver una nueva vida en los productos propuestos: tetrabrick, utensilios de cocina, silla, gafas, pendrive, paraguas y cargador de móvil.
Entre proyecto y proyecto se hace un ratito de descanso para relajar mentes y reponer fuerzas. También disfrutan de sus últimos momentos juntos de tiempo libre antes de comer.

Llega la hora de despedirse y, aunque muchos al principio no pensaban que podría pasar, se ven muchas lágrimas y montones de abrazos con los que han sido nuestros compañeros de Belvís de la Jara estos intensos cinco días. Como ayer les gritamos después de presentar nuestro centro: ¡NUESTRO COLEGIO ES VUESTRA CASA! Esperamos encontrarnos algún día de nuevo.






Montamos en el bus y tras casi dos horas donde nos da tiempo a cantar múltiples canciones y a algunos echar un sueñecito, llegamos a Valladolid con muchas historias que contar, momentos de confidencias, risas y llantos… En definitiva, una excursión que recordaremos durante mucho mucho tiempo.
¡Gracias al Grupo Medioambiental del colegio por hacerlo posible!