Salimos del pueblo de Peñarrubias de Pirón sin cruzar el río, siguiendo los primeros carteles indicadores que nos guiaran en la ruta.
El Pirón también tiene sus leyendas, una de ellas es la del Tuerto del Pirón, bandolero de finales del siglo XIX que rapiñó por toda la sierra de Guadarrama. Finalmente fue capturado y condenado a cadena perpetua por la Audiencia de Madrid en 1888. Murió en el penal de San Miguel de los Reyes de Valencia en 1914.
En todo momento avanzaremos por el margen izquierda del río hasta el Molino de Covatillas entre túneles de vegetación de las copas de los árboles que hacen la ruta más espectacular. Al rato, al otro lado del río, divisaremos las ruinas del Molino de Covatillas (Siglo XIX). También nos encontramos una pequeña presa con su característico ruido del agua al saltar. Dejaremos su visita para la vuelta.
Continuamos avanzando en paralelo al río, disfrutando del bosque de ribera, con sus sabinas, encinas, avellanos, quejigos, chopos y fresnos de troncos huecos. Seguimos andando hasta alcanzar el Puente de Covatillas del Siglo XVI (parte del Camino Real de Turegano a Segovia). Tampoco le cruzamos para seguir por el mismo margen hasta la Fuente de Covatillas.
A partir de aquí comenzamos a darnos cuenta de los farallones de roca caliza que nos rodean, los cuales presentan multitud de perforaciones cartiscas, en las que la acción del agua ha ido dejando su huella. Estas oquedades han sido realizadas por procesos de modelado condicionados por la presencia de rocas carbonatadas, fundamentalmente calizas, que, siendo solubles bajo determinadas condiciones, dan lugar a morfologías y paisajes peculiares.
Es por tanto un tipo de modelado condicionado por la presencia de un tipo determinado de roca, la caliza, y la disponibilidad de agua líquida, más o menos cargada de dióxido de carbono disuelto, lo que limita el desarrollo de relieves kársticos a regiones intertropicales y templadas.
Desde aquí seguiremos camino, pasando por medio de una alambrada, dirigiéndonos después de una pequeña pendiente a la ermita Santiaguito. La ermita la encontramos cerrada, pudiéndose únicamente visitarse el 25 de julio, día del Apóstol Santiago.
Una leyenda cuenta que esta ermita rupestre de Santiaguito (Torreiglesias), que según cuenta era de Losana hasta que se la cambió a Torreiglesias por los prados ribereños. De aquí salió otra coplilla que de buena gana repiten todos los del contorno, menos los de Losana:
Si moros los de Losana no fueran,
no cambiarían santos por praderas».
Seguiremos adelante hasta poder cruzar el río para contemplar la Cueva de la Vaquera y tomarnos un merecido tentempié.
Continuamos, cruzando un puente de madera que cruza el río Viejo, girando a nuestra derecha y tomando el cañón horadado por este río. A nuestra derecha nos encontramos varias cuevas que iremos inspeccionando.
Visitadas varias cuevas, ascendemos varios metros por la pared del cañón hasta alcanzar el borde de una torca formada por un hundimiento que ha dejado a la vista una gran bóveda subterránea. La erosión por disolución del carbonato cálcico avanza tanto desde la superficie como desde el interior gracias a la infiltración de agua a través de grietas, fisuras y cavidades de disolución.
Seguimos ascendiendo hasta llegar a la parte alta donde las vistas son espectaculares y volvemos al río nuevamente descendiendo por otro cañón.
Volvemos al rio Pirón deshaciendo nuestros pasos y nos encaminamos a Peñarrubias de Pirón por su margen derecho. Por el camino pasaremos por una pequeña puertecilla junto a un farallon de piedra caliza.
En algunos pasos del camino se hace necesaria la colaboración de todos…
Antes de llegar a nuestro destino, por el camino visitamos el Caserío de Covatillas con un espectacular palomar y el Molino de Covatillas.
Una fantástica jornada con la mejor compañía.
El track y la descripción de la ruta podéis ver aquí:
¡Viva El Tuerto de Pirón!