Por la tarde hemos subido a un monte cercano al Centro de Educacion Ambiental denominado Pico Dobra. El cielo anunciaba lluvia por lo que nos pusimos las capas para protegernos del posible aguacero y emprendimos la marcha. La ruta discurrió en todo momento por un sendero asfaltado, lo que facilitó nuestro camino.
La monitora nos explicaba que la vegetación autóctona durante siglos fue el roble. Grandes extensiones de este tipo de bosque cubrían las laderas. Pero en los últimos cientos de años estos parajes sufrieron una gran transformación. Los bosques desaparecieron debido a la necesidad del hombre de pastos para el ganado y la incipiente industria del mueble.
Estos arboles fueron sustituidos a principios del siglo XX por eucaliptos de repoblación, de crecimiento mucho más rápido y más rentables desde el punto de vista económico. Es una especie exótica procedente de Australia que aquí se haya fuera de su hábitat. Fue Marcelino Sáenz de Sautuola quien realiza las primeras plantaciones que sufren una gran y rapida expansión por toda la cornisa cantábrica.
Como se ha demostrado en algunos estudios la plantación de eucalipto provoca la destrucción de la fauna y de la flora nativas (debido a sus compuestos terpérnicos que tienen un alto poder antigerminante anulando el desarrollo embrional de las semillas que puedan caer en el suelo y también la flora bacteriana y fúngica, convirtiéndolo en estéril). Además se demanda una gran cantidad de agua tanto para plantar el eucalipto como para la producción de celulosa en las fábricas, lo que provoca el agotamiento de las fuentes de agua, sin hablar del uso extensivo de agrotóxicos que envenenan ríos, arroyos, capas freáticas, etc.
Nos encontramos tambien muy poca fauna natural debido a lo humanizado que está el paisaje. Nos comenta que podemos encontrarnos algún zorro, jabalí o especies similares. Si que nos encontramos con numerosos cabezas de ganado vacuno para carne y leche, tan apreciado en otros lugares.
Por debajo de los eucaliptos el paisaje es el típico cantábrico con numerosos minifundios. Cada vecino dispone de una pequeña parcela de terreno donde puede plantar según sus necesidades.
Las edificaciones están construidas con roca procedente de canteras próximas. En estas construcciones podemos encontrar rocas de sillería (trabajada por el cantero) y rocas de mampostería (sin trabajar por el cantero)
La ruta finalizó en la población de Viernoles, donde nos enseñaron los distintos escudos heráldicos visibles en las fachadas de las mansiones de las grandes familias.
Por la noche hicimos unos juegos para conocernos mejor y poder ir entablando amistad con los compañeros del otro centro.