Comenzamos nuestra ruta en el pueblo de Poza de la Sal, lugar de nacimiento y donde transcurrió parte de su infancia nuestro naturista más internacional, Félix Rodríguez de la Fuente.
La Ruta de las Salinas comienza en Los Lavaderos, lugar donde se reunían las mujeres a lavar la ropa mientras comentaban los últimos sucesos del pueblo. Ahora son unas fuentes publicas donde los lugareños rinden homenaje a su vecino más ilustre.
A partir de aquí, comenzamos a subir por un sendero por la parte derecha del diapiro, donde se situaban las instalaciones de las Salinas de Poza. Los habitantes de Poza de la Sal, denominan a este valle El Salero.
Un diapiro es una estructura geológica, formada por masas de sales que ascienden por las capas sedimentarias de la corteza terrestre, atravesándolas y deformándolas, en un lento proceso medible en millones de años. Adquieren forma de cilindro, seta o gota y suelen ser de gran tamaño (de cientos de metros a 3 km de diámetro en sección horizontal).
Después de la fuerte subida al principio se suaviza el terreno para acabar con una pequeña fuerte ascensión a la cima.
En nuestro camino prácticamente no encontramos vegetación, salvo alguna escoba dispersa. En la última parte de la ascensión podemos encontrar pinos con signos del comienzo de la primavera, ya que albergan en los extremos de sus ramas las temidas orugas.
En la cima podemos vislumbrar pequeños neveros, remanentes de las últimas nevadas.
«En el altotero, 1176 m de altitud, descubrimos treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como Don «Sebástian» los vió, dijo a su escudero «Pedro»: la ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Pedro, donde se descubren ciento o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer: que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.»
¿Qué gigantes? dijo el buen Pedro…
Don Sebástian realmente contemplaba el Parque eólico del Páramo de Poza. Un complejo de 133 aerogeneradores de una potencia nominal de 750 kW cada uno para conseguir una potencia total instalada de unos 100 MW de potencia. Este Parque lleva en funcionamiento desde 2002 generando mas de 143.000 MWh/año.
Alrededor del Parque nos encontramos gran cantidad de plantones para replantar varias especies arbóreas, como pinos, acebos, encinas, etc.
Las vistas desde este punto son impresionantes, pudiendo contemplar todas las cadenas montañosas que rodean el lugar en 360º.
Depresión de la Bureba con la sierra de la demanda al fondo
A partir de este punto, comienza la bajada hacia el pueblo por la parte izquierda del diapiro, donde pudimos contemplar los nidos de águila real y buitres en pleno vuelo.
Por el sendero, íbamos acercándonos al Castillo de Poza de la sal, o Castillo de los Rojas, situado en la cima de un espectacular macizo calizo. Las principales funciones del castillo fueron las de vigilancia y prisión.
Don Pedro I de Castilla con su formidable «ejercito» conquistó el castillo…
Muy bueno Arturo
Que sensación de libertad. Realmente preciosas vistas. Me gusta mucho la montaña. Ahora quede no puedo me acuerdo mas. Fotos muy chulas.
Eres auténtico 👍