La ciudad da forma y te deforma – Aquí Chile al aparato.

DSC_7811 Corresponsal en Chile: Álvaro Herreras.

Dice la canción de Amaral que Santiago de Chile se despierta entre montañas, y yo ahora puedo dar fe como exiliado económico en esta ciudad, que así es. La cordillera andina es una constante en el paisaje, tanto es así que la gente da las direcciones siempre mencionándola: giras y dejas la cordillera a tu izquierda y entonces….

Una cosa que ya había hecho es vivir en una gran ciudad. Hace unos años, pude vivir en Barcelona y recuerdo pensar qué diferentes eran las ciudades grandes comparadas con Valladolid, nuestra ciudad mediana pequeña de 350.000 habitantes. La mezcla de culturas y razas, la capacidad para atraer todo tipo de espectáculos, las distancias que de repente se te agrandan… Ejemplo: bajar a Sants y coger un tren a Girona y tardar 2 horas y media es todo un chollo. Pero al final, Barcelona como muchas ciudades Europeas continentales, es una ciudad vertical, es decir, una ciudad con una densidad por kilómetro cuadrado muy grande.

Al llegar a Santiago, y suele pasar en todo el nuevo mundo, te das cuenta que la cantidad de viviendas unifamiliares con jardín -casas las llaman aquí- es gigantesca si se compara con la cantidad de pisos -departamentos aquí- que hay disponibles. Últimamente el gobierno está favoreciendo la construcción de grandes torres de departamentos con subvenciones y el centro de la ciudad sobre todo se está llenando de ellas. Pronto comprenderemos porqué le interesa al gobierno aumentar la verticalidad, aumentar la densidad.

La población de Santiago es de 7,5 millones de habitantes pero la extensión de esta ciudad si la comparamos con una ciudad más vertical es mucho mayor. Esta situación se ejemplifica en esta infografía donde se compara la extensión de una ciudad que diera cobijo a todos los habitantes de la Tierra según su configuración, vertical u horizontal. París, la única ciudad de Europa continental que se muestra, nos permite ver cómo una configuración compacta ahorra mucho espacio frente a la más horizontal, en este caso Houston. Está claro que ahorra espacio y no destruye bosque y suelo fértil pero, ¿qué repercusiones tiene para nosotros personalmente?

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Las consecuencias, básicamente, tienen que ver directa o indirectamente con ese aumento desmesurado de la extensión. Según mi punto de vista, sustentado en una gran disponibilidad de terreno pero sobre todo en una gran disponibilidad de energía barata, el petróleo, y que se ha mantenido barato artificialmente con guerras y conflictos.

Estas consecuencias son que llevar servicios como luz o agua es mucho más complicado ya que hay que tirar más kilómetros de cable o tubería, aumentando el gasto de materiales pero también las pérdidas de agua o el gasto en mantenimiento de la red. ¡No me quiero imaginar la locura que será encontrar una fuga de agua! Otro servicio que es difícil de dar, y este es clave, es el de transporte público eficiente y barato. Cuanto más extendida la ciudad más difícil es que un transporte de masas te deje cerca o sea rentable, ya que tiene que hacer muchos kilómetros para recorrer todo, y también hace que no sea económico. Eso tiene dos consecuencias. La más directa es el estrés que supone esto pero también un aumento en la contaminación que generan esos transportes. Pero sobretodo es que al ser poco eficientes la gente decide desplazarse en coche, utilizar una tonelada de metal para mover sus 70 kilos.

Este uso masivo del coche supone un aumento desproporcionado de la contaminación, SMOG fotoquímico que ya sabemos que es cancerígeno. Como además en Santiago el índice ultravioleta es de 16 debido al agujero de la capa de ozono -el máximo en España es 10- las reacciones químicas dependientes de la luz aumentan y por tanto la cantidad de SMOG, haciendo que lo que ya es un ambiente cancerígeno lo sea aún más. Así que esta ciudad tiene un grave problema de contaminación ambiental, que sumado a factores ambientales como el ozono, añadido a varias factores como condiciones laborales complicadas, hace que Santiago sea una ciudad extremadamente estresante y complicada en la que vivir.

Así que, aunque es verdad que como dice Amaral me levanto cada mañana entre montañas, lo cierto es que muchos días no las veo por el SMOG, que gasto mucho tiempo y dinero en el transporte, y que mi estrés ha aumentado tanto que he estado enfermo. Desde luego la ciudad la hacemos los seres humanos pero sin duda alguna la ciudad en que vives, que haces, también te moldea a ti y afecta tu vida.

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