Estamos ya en periodo de vacaciones y debemos tener en cuenta las graves consecuencias que para nuestro planeta traen estos días. Son días felices de luces y amistad, pero hay que seguir una serie de recomendaciones para que nuestra navidad sea lo más ecológica posible.
Belen ecológico compuesto por el Equipo de Actividades con materiales cedidos por profesores
Durante este periodo, el consumo de energía eléctrica y agua se dispara considerablemente debido a que pasamos más tiempo en nuestros hogares. Además tenemos la iluminación navideña que cada año se coloca antes en nuestras calles y hace que el consumo se dispare. Por otro lado, la calefacción también pasa más horas encendida con el consiguiente aumento de gasóleo y no menos importante la mayor emisión de partículas contaminantes a la atmósfera. Por ello, una de las recomendaciones es realizar un consumo responsable de la energía, gasóleo y agua.
A la hora de comprar un artículo debemos fijarnos en las características ambientales y sociales para realizar un consumo responsable. Deberemos hacernos preguntas del tipo ¿Cuál ha sido su proceso de fabricación? ¿Qué partes de este proceso se han suprimido para que sea más barato? ¿Cuáles son sus componentes? ¿Cuales son dañinos para el medioambiente? ¿Donde ha sido fabricado para minimizar el impacto del transporte? Se trata de elegir un producto que no consuma demasiados recursos naturales y tenga un comportamiento ecológico.
Algo fácil de tener en cuenta a la hora de la elección de nuestros regalos es el criterio de las 3 R «Reducir, Reutilizar y Reciclar».
Carteras realizadas por los alumnos con Comics reutilizados para el Mercadillo Solidario
Significa que debemos preguntarnos si realmente necesitamos ese producto, si lo vamos a usar a menudo o si no podríamos pedirlo prestado. También debemos fijarnos en los envoltorios, para que no sean excesivamente grandes y signifiquen un mayor consumo de recursos. Intentar que sean de materiales respetuosos con la naturaleza, y así, en el caso de que no puedan ser reutilizados no suponga un problema. Llevar las bolsas de casa a la tienda para no haya un consumo excesivo de las mismas sería otra buena iniciativa. Intentar prolongar la vida de ciertos productos sería otra forma de contribuir a reducir su consumo. Utilizar elementos que se puedan limpiar (servilletas de tela o vajilla de cerámica) en lugar de productos de usar y tirar (servilletas de papel o platos de plásticos). Si no hay otro remedio buscar materiales biodegradables.
En los adornos es aconsejable utilizar materiales como telas naturales, papel, cartón, etc. antes que elementos no biodegradables como son los plásticos. En caso de tener que utilizarlos intentar que no vayan a pasar de moda de un año a otro y se puedan reutilizar indefinidamente. Encender las luces si vamos a estar para admirarlas es otra idea “ingeniosa” para reducir el consumo de electricidad. Además si esta luces son tipo LED, que consumen menos electricidad mejor.
Pero por supuesto, durante estos días, debemos continuar con nuestra conciencia ecológica y no olvidarnos de las recomendaciones ambientales que llevamos a cabo durante todo el año.
Simplemente se trata de tener un poco de sentido común ambiental para que nuestro planeta nos dure muchos años más.