Subida al Pico Morezón

No podíamos dejar escapar la ocasión de comenzar el año 2021 sin realizar la primera ruta, después del complicado año que hemos pasado por culpa del COVID-19. ¡Había que comenzar el año de la mejor manera posible! Y que mejor que acercarnos a la Sierra de Gredos a subir a uno de los picos más sencillos y espectaculares, el Pico Morezón. Y que mejor que ir acompañados de personas que disfrutan y sienten la montaña de la misma manera. ¡Gracias amigos!

Nos juntamos dos grupos provenientes de Valladolid y Barco de Ávila, en un pequeño bar de Hoyos del Espino.

Arturo me avisa «vamos a Gredos» y tiempo me sobra para organizar todo y poder contestar «si nos dejas os acompañamos». Quedamos a las 10 en el sitio de siempre. Para mí es tarde, pero ellos viajan… Siendo realistas, todo ese tiempo ha sido el suficiente para dejar a mi hijo en la guardería y cuadrar quien vaya a buscarle y me dé a mi esa ventanita de «libertad».  Un buen desayuno anticipa «la batalla». 

La meteo no es buena, tampoco mala. Ayer hubo ventana y parece que mañana también pero hoy el tiempo «pinta en bastos» y a priori nos va a tocar sufrir….
Los invitados llegan y dan buena cuenta de sus tostadas con jamon. Yo apremio la partida…al final…como les digo…»mi niñera cobra por horas»…

Comenzaremos la ascensión desde el aparcamiento de la Plataforma de Gredos a la que accedemos por la carretera que sale desde Hoyos del Espino. La cantidad de nieve caída en días anteriores hace que debamos tener las medidas de precaución adecuadas para no salirnos de la pista helada.

La llegada a plataforma no es inviable pero si tediosa. El hielo, la nieve, y unas nubes acumuladas anticipan una mañana no muy grata… Al llegar al km.12 aparcamos coches y decidimos que empezar con crampones es lo más sensato. Se promete continuidad de nieve y la mañana, aunque ya avanzada, se presenta heladora. 

En vez de subir por el típico camino de ascenso empedrado por el que acceden la mayor parte de los  senderistas, tomamos una senda no demasiado visible, que aparece a nuestra derecha, para llegar directamente hasta el Refugio de Reguero Llano. ¡No está mal comenzar sudando un poco!

El primer «jaque» de nuestros colegas nos pilla cuando en lugar de subir por la calzada, nos cascan la subida a reguero llano. Así, en frío, sin avisar. (A mi la huerta «me mola» pero hoy voy acompañada y a mi pareja, le pilla de imprevisto….).  En la subida, un atisbo de ventisca nos invita a verificar que la mañana será fría y poco alagüeña… (que placer habernos equivocado).

Después del refugio, atravesamos el Llano Barbellido para coger rapidamnete el río Pozas. Atravesamos perpendicularmente la senda que lleva a la Laguna Grande y su Circo de Gredos. Tomamos la dirección de la estación meteorológica para tomar una zona denominada Pradopozas. La cubierta de nieve hace que no tengamos ningún tipo de sendero, por lo que debemos guiarnos por nuestros sentidos.

Desde el refu en adelante todo va siendo «in creccendo». Quitando que la nieve acumulada nos hace botear más de lo que nos gustaría, el camino poco a poco se abre fácil y…si me prestan, soleado…
Al poco de superar prao pozas se abre una ventana de sol que nos va a acompañar hasta la cima. El aire cesa, y a tenor de lo deseado por todos, la nieve se transforma en un «Crish Crash» bajo nuestros crampones. Comienza el camino cómodo. 

A nuestra derecha dejamos las Paredes Negras, que acaban en unas espectaculares cascadas heladas que se forman en la Barreras de las Pozas. La pequeña «ventana atmosférica de las 12″ ya estaba abierta y el Sol calentaba nuestro caminar. Desde aquí, subimos al Cerro de Cagarruta para comenzar la última y exigente ascensión a los Altos del Morezón.

Después de a penas hora y media de marcha y en el collado que precede a la subida, se dirimen dos caminos que seguir… 
Nuestros compis más aventureros embocaran una pala de nieve virgen en una canal que accede al lateral de la cima. 
Yo, analizando las circunstancias de todos, en especial de mi compi de montaña, decido seguir por la «vía normal». Arturo nos acompaña…siempre ha sido buen amigo en eso

Llegados al collado, Arturo se desvía para disfrutar las sublimes vistas de los valles extremeños. 
Nosotros continuamos para embocar la última pala previa a cima, pina, pendiente, preciosa. 
Ascenso paulatino y ya con sabor a Victoria. Disfrutado. Merecido. 

La subida, aunque corta, es bastante exigente. Pero nada que no se pueda superar sin la inestimable ayuda de nuestros amigos de ruta. Unas veces hielo y casi resbalando, y otras metiéndonos hasta casi la cintura, conseguimos ascender rápidamente.

Al llegar arriba el placer del trabajo bien hecho junto con una ventana de sol que otorga buenas panorámicas nos hace sentir que la jornada ha merecido la pena. 
Esperamos a los compañeros, que llegan minutos después, escalonados, por algún que otro percance. Y en la cima celebramos el bienestar de encontrarnos en un sitio tan estupendo y con todo a favor. 
La cima está alcanzada. Morezon. 2389m. Pero sobretodo… El objetivo está cumplido… Pasar una jornada de montaña compartida y disfrutada.

Desde arriba las vistas son impresionantes. Con el imponente Pico Almanzor frente a nosotros y la no menos increíble Laguna Grande de Gredos que da entrada al Circo de Gredos (junto al famoso refugio Elola) a nuestros pies, degustamos un natural y sabroso caldo, el bocadillo preparado con mimo para la ocasión y un caliente y rico café con leche.

Tras las fotos de rigor y unos minutos compartidos me bajo con mi compi despidiendo a los compañeros. El deber me llama y el servicio de niñera cobra por horas

Después del pequeño tentempié, el descenso lo realizamos siguiendo el mismo camino que de ascensión, debido a algún pequeño contratiempo de uno de los integrantes del grupo.

Algunos practicaron como utilizar el piolet en caso de emergencia.

Siembro en este día proyectos de futuras rutas. Y el placer de disfrutar de nuevo la montaña con Arturo, es gozo suficiente para recordar un día más. 

Una fácil y cómoda ruta que nos permite contemplar algunas de las más espectaculares formaciones de la Sierra de Gredos.

¡Chin chin por las que vendrán!

¡Nos vemos en la montaña!

 

4 comentarios en “Subida al Pico Morezón

  1. Una vez escribi….
    Y hoy suscribo….

    Ya en casa, tenemos esa extraña y a la vez placentera sensación de no saber qué decir. “Sin palabras”, que es al fin y al cabo lo que se dice cuando premia más el sentimiento que la capacidad de describirlo.

    Como epílogo, el entorno, la compañía y la predisposición a disfrutar. Como nudo: el feeling, la confianza, y el encuentro y descubrimiento de gente especial. Como final, no encontramos final. Un postre dulce de sensaciones increíbles, chupito de ánimos y copa de energía.

    Y “la segura certeza de que antes o después se volverán a encontrar”.

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