Por increíble que parezca y pese a las predicciones meteorológicas que presagiaban un día pasado por agua, con posibles nevadas y frío polar, las nubes rodearon Valoria del Alcor y solo dejaron escapar cuatro gotas.
Desde que los chavales de cuarto llegaron al Ecomuseo de Valoria y bajaron del autocar no pararon ni un momento. Los monitores repartieron a los chicos en varios grupos para realizar los diferentes talleres programados, todos ellos relacionados con los oficios y tareas propias de una granja. Quizás los talleres que tuvieron más éxito fueron los relacionados con el cuidado de los animales de la granja. Gallinas, conejos, palomas, gansos, cerdos y un paseo a caballo hicieron las delicias de los niños.
La apicultura fue también otro de los talleres más llamativos. Pudieron observar varias colmenas, identificar a la reina e interpretar el sistema de comunicación de las abejas, para terminar con la fabricación de velas con la cera de los panales y con un suculento aperitivo a base de tostadas con miel.
Repartidos por la granja unos niños montaban en caballo, otros recogían planta aromáticas, otros trabajaban en el huerto y otros sacaban agua con la noria hasta que sin darnos cuenta se hizo la hora de comer.
Acabados los bocatas y con el estómago repleto visitaron el pueblo de Valoria hasta llegar a la iglesia, donde observaron su estilo arquitectónico y buscaron las marcas que los canteros de la época dejaron en las piedras del monumento.
Para finalizar la jornada bajaron a una bodega donde recibieron explicación del funcionamiento del lagar y del sistema de fabricación y conservación del vino.