Pasado el invierno y llegada la primavera las bellotas de roble y las castañas de castaño sembradas por los alumnos de primaria han comenzado a germinar. El éxito de germinación ha sido muy alto comparado con otros años y son muy pocos los chavales a los que aún no les ha nacido ninguna planta y que a estas alturas del año será difícil que les nazca. Los compañeros a los que les han nacido dos o tres plantones se han ofrecido a compartir uno de ellos con los menos afortunados que aún tienen sus semillas sin brotar. Al final seguro que conseguiremos que ningún alumno se quede sin su “fábrica de oxígeno”.
Estas “fábricas de oxígeno”, llevan ya varias semanas haciendo la fotosíntesis gracias a la aparición de las primeras hojas y a buen seguro, están día a día aumentando los niveles de oxígeno en las aulas de nuestros alumnos.
Solo queda esperar que a medida que avance la primavera el calor no seque estos pequeños árboles y que al finalizar el curso cada alumno pueda llevarse su árbol para sembrarlo en el lugar que cada uno tiene ya pensado.
Si sobreviven un 2% de los árboles que se planten, será mucho más de lo que la propia naturaleza es capaz de hacer por si misma pues, no hay que olvidar que en el campo la mayoría de castañas y bellotas no llegan a brotar por ser alimento de los animales silvestres y las que consiguen nacer mueren por heladas o sequías.
Lo importante es sembrar en nuestros alumnos la semilla de la reforestación con especies autóctonas y después de varios años veremos que “quien siembra, recoge”.
Julio