El pasado día 30 de noviembre los alumnos de Primaria disfrutaron de la presencia de un invitado especial en las aulas, un sapo corredor (Epidalea calamita). ¡Bueno realmente una sapa!
El ejemplar fue salvado por un profesor de una muerte segura en una carretera y como profesor que siempre piensa en sus alumnos rápido vio las posibilidades académicas del anfibio.
El sapo en cuestión fue pasando por todas las clases desde 3º hasta 6º y los alumnos recibieron una pequeña charla sobre los anfibios, sus características, especies ibéricas, su ecología y estado de protección. Se les explicó las diferencias con el resto de anfibios y en especial con las ranas, así como el falso mito de que todo sapo por el hecho de serlo es venenoso.
Del mismo modo que a andar se aprende andando, a respetar y amar la naturaleza se aprende viéndola y tocándola. Después de verlo y tocarlo el sapo fue puesto en libertad lejos del peligro que para ellos suponen las carreteras.
Gracias Julio