Los cuartos nos fuimos a la huerta de Valoria. Ni el frio ni la lluvia impidieron que pudiéramos disfrutar de un día muy especial con los caballos, las abejas, las ocas, el vivero…
También conocimos algo del arte románico y nos contaron una leyenda sobre la elaboración tradicional del vino, en una antigua bodega del pueblo. Nos despedimos con una buena tormenta (igual que cuando llegamos) que vimos desde el autocar mientras recordábamos el día tan emocionante que habíamos vivido.