La bicicleta es un medio de transporte no contaminante y libre de ruidos que no tiene efecto negativo alguno en la salud de los ciudadanos.
Visita: http://bicinstituto.com
No emite ninguno de los gases que afectan a la calidad del aire urbano –óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos (HC) o monóxido de carbono (CO), partículas y otros–, hecho que ayuda a reducir los niveles de contaminación en la ciudad. La bicicleta no contribuye tampoco a potenciar el cambio climático, puesto que no emite gases de efecto invernadero (dióxido de carbono o CO2, principalmente).
Todo lo contrario de lo que sucede con los vehículos a motor, ya que éstos son la causa principal de contaminación atmosférica y acústica, y el origen de impactos ambientales tanto a escala local como global.
Hay que tener en cuenta que, actualmente, el transporte es una de las principales fuentes de emisión de gases contaminantes y de efecto invernadero en el mundo. El aumento del número de vehículos a motor y de la distancia recorrida genera un gran volumen de gases que afectan la calidad del aire y perjudican la salud de las personas, sobre todo en las ciudades.
Otro aspecto que debe considerarse con relación al tráfico de vehículos a motor en la ciudad es el ruido, ya que ocasiona alrededor de un 80% de la contaminación acústica en las zonas urbanas.