Un jovencisimo Joan Manuel Serrat nos muestra hace años un intenso Manifiesto Ecológico que dió la vuelta al mundo. Por nuestro bien y el de nuestras futuras generaciones deberiamos ir poniendo remedio a la degeneración que está sufriendo nuestro medioambiente.
Da igual la lengua que usemos. La solución al desastre ambiental que vivimos no tiene fronteras.