Multitud de pequeñas, y no tan pequeñas, aves conviven con nosotros en el Colegio, sin que muchas veces las prestemos la más mínima atención. Cuando salimos al patio, sólo nos entretenemos en darle collejas al compañero, tirarle la cartera al suelo o insultarle. Sin embargo, si un día intentasemos pasar en silencio por el patio observariamos como una gran cantidad de aves nos acompañan en su quehacer diario.
Si recordais, hace unos meses, tuvieron que acudir los bomberos, ante el riesgo de desplome del nido de las cigueñas del campanario de la iglesia. Estos nidos pueden llegar a pesar cientos de kilos y suponía un peligro para nuestros alumnos. Pero las cigueñas, ante el desalojo, no se vinieron abajo. Con mucho tesón, han vuelto a levantar su nido, para iniciar una nueva andadura. Buena Suerte.