Hoy nos hemos acercado a realizar la senda de la Laguna Grande de Gredos. Es una ruta perfectamente señalizada que desemboca en el impresionante Circo de Gredos, el corazón del Parque Regional de la Sierra de Gredos. La ascensión comienza en la Plataforma de Gredos, cercana a la localidad de Hoyos del Espino. En esta Plataforma existe un aparcamiento donde aparcamos el vehículo.
Comenzamos a subir por un paisaje propio del modelado glaciar, con cuchillares, canchales y afilados picachos producto de la rotura de las rocas debido a la gelifracción (rotura de las rocas por el hielo). Además, las perfectas condiciones climatológicas y la gran cantidad de nieve que nos encontramos hacen el día espectacular.
El ascenso es ininterrumpido, pero muy cómodo pasando por el Prado de las Pozas, a través de una pista empedrada, cruzando el Puente de las Juntas, hasta la zona de los Barrerones.
Aquí es donde se encuentra el mirador de Peña el Rayo,pudiendo observar las primeras vistas sobre la Laguna Grande y el Circo de Gredos. La Laguna se encuentra completamente helada por lo que la vista es más increíble si cabe. Nos encontramos por el camino dos fuentes, la fuente de los Cavadores, y la fuente de Barrerones, que nos permite reponer líquidos. En esta zona pudimos contemplar gran cantidad de cabras montesas.
También podemos contemplar la majestuosidad de los picos que circundan la Laguna, las paredes de las cresterías de los Hermanitos, Cerraíllos, el Morezón al este; por Risco Moreno y Cerro de las Huertas al oeste y presidida por la cumbre del Pico Almanzor al sur.
Después de un pequeño piscolabis, iniciaremos un descenso hasta la propia Laguna, en cuyas inmediaciones se ubica el refugio Elola. El descenso es bastante pronunciado y la nieve lo hace bastante peligroso. En esta zona hay que tener especial cuidado de no resbalarnos.
Cuando llegamos a la Laguna, completamente congelada, nos arriesgamos a cruzarla por encima, para poner a prueba nuestra valentía.
Después de un pequeño descanso y un buen avituallamiento volvimos a la Plataforma. Aunque no quisimos decirlo, nos quedó el remusgo de haber subido al Almanzor. Quizás este verano lo intentemos…
Un día increíble, siempre con la mejor compañía.