Cuando la música se escribe respirando aire limpio…

El disco Monteperdido nació como un proyecto que Carlos Sadness decidió crear lejos del ruido y de las prisas. Para inspirarse, se retiró a la montaña, buscando silencio, calma y un contacto más directo con la naturaleza. Allí dejó que el paisaje guiara las melodías y las letras, convirtiendo el proceso creativo en una especie de refugio personal.

Esa forma de trabajar conecta muy bien con nuestra mirada ambiental: a veces, para encontrar buenas ideas o simplemente para ordenar la cabeza, basta con alejarnos un momento, respirar aire limpio y observar el entorno con tranquilidad. Monteperdido es, en el fondo, el resultado de eso: un disco concebido desde la serenidad y el vínculo con la naturaleza, que nos recuerda lo importante que es parar, escuchar y dejarnos inspirar por lo que nos rodea.

Me acaricia la carretera
No tengo billete de vuelta
Veo tus pies en la ventanilla
Están bailando con las estrellas

Cuando salga el sol y desvele
El secreto de nuestra existencia
Hablarán de nuestra belleza
Como algo que nunca se ha visto en la Tierra, y

Vendrán a buscarnos de todos los puertos
Querrán nuestra magia en las tiendas, pero
Sé que tú y yo correremos
Aunque se acaben las fuerzas, pero

Sé que tú y yo correremos (vamos)
Sé que tú y yo podemos (vamos)
Si hace falta, volaremos
Porque somos dos cometas

Somos estrellas ardiendo en la noche
Ni siquiera los astrónomos sabían darnos nombre
Cuando las flechas lleguen al bosque
Tú y yo seremos el viento que sople

Ya me escuchaste hablar entre sueños
De alguna estupidez
Todos querían ver nuestra caída
Eterna ingravidez

Ahora que veo el cielo en tus ojos
Me atrevo a volar hasta que estemos lejos
Ahora que estamos fuera de contexto
El universo nos queda pequeño, pero

Sé que tú y yo correremos (vamos)
Sé que tú y yo podemos (vamos)
Si hace falta, volaremos
Porque somos dos cometas

Somos estrellas ardiendo en la noche
Ni siquiera los astrónomos sabían darnos nombre
No nos alcanzan, no nos conocen
Tú y yo seremos el viento que sople, (ey)

Cuando dejes de soñar conmigo
Ya estaré en el monte perdido
Cuando dejes de soñar conmigo
Ya estaré en el Monte Perdido