La próxima etapa de nuestra ruta es la última para muchos que visitan estas tierras: Santiago de Compostela. Por un momento nos convertimos en peregrinos. Durante los cinco kilómetros que separan el Monte del Gozo de la Catedral de Santiago. Una vez llegamos a la Praza do Obradoiro, visitamos el museo de la Catedral, pudimos ver la cripta funeraria y abrazar la imagen del Santo.










Por la tarde asistimos a un magnífico concierto didáctico. Una ocasión única en la que escuchamos variados instrumentos (panderetas, tambores, flautas, gaitas) y aprendimos sobre la importancia cultural y biológica de la música.


Después de un paseo libre por las calles de Santiago, regresamos al hotel. Nuestro viaje no termina aquí sino que continúa.