Centro de Interpretación de la Naturaleza de Matallana (ii): consolidando.

Los alumnos de 1º de ESO del Colegio Nuestra Señora del Carmen de Valladolid continuaron disfrutando de un día lleno de actividades y aprendizajes en el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Matallana. La jornada comenzó a las 09:00, cuando, recién levantados, los estudiantes asistieron a una charla educativa sobre la importancia de la nutrición.

Después de la charla, los alumnos disfrutaron de un desayuno completo y saludable: tostadas con tomate, mantequilla y mermelada, miel, leche y una refrescante pieza de fruta que les aportó energía para el día.

La primera actividad de la mañana los llevó al invernadero, donde la aventura tomó forma de actividades al aire libre: los alumnos practicaron tiro con arco, desafiando su puntería, y vivieron la experiencia de montar en burro, algo que generó risas y entusiasmo entre todos.

Para reponer fuerzas, almorzaron una pieza de fruta y agua en el mismo invernadero.

Con las pilas recargadas, los estudiantes se pusieron manos a la obra en una tarea práctica y educativa: plantaron ajos, experimentando el proceso desde la preparación de la tierra con la azada hasta el riego final. La experiencia les enseñó sobre el cuidado y la paciencia necesaria en la agricultura.

El siguiente destino fue la almazara, donde aprendieron de primera mano el fascinante proceso de fabricación del aceite.

La jornada continuó con la visita a un palomar, donde se les explicó el papel que tenían las palomas en los monasterios, reforzando su conocimiento sobre historia y tradiciones.

De regreso al albergue, la comida fue bien recibida: un menú de macarrones con tomate, fingers de pollo, ensalada y natillas caseras como postre que dejó a todos satisfechos.

Posteriormente, disfrutaron de un merecido descanso y tiempo de recreo en el parque, donde los columpios y la tirolina fueron los protagonistas de momentos divertidos.

Por la tarde, los alumnos se enfrentaron a un reto educativo: completar un cuadernillo con preguntas sobre lo aprendido durante la excursión, consolidando así su conocimiento y comprensión de las actividades del viaje.

La merienda, compuesta por un donut y zumo, les dio el impulso necesario para continuar con el taller de la tarde, donde pintaron un burrito cerámico con pintura acrílica, mostrando su creatividad y destrezas artísticas.

El día concluyó con una ducha refrescante y una cena deliciosa que incluía puré de verduras, pizza, patatas fritas, ensalada y yogur de postre.

La jornada se cerró con una verbena llena de música y juegos en la que todos se divirtieron y compartieron risas y momentos inolvidables, sellando el día con un broche de alegría y compañerismo.

Sin duda, este segundo día en Matallana fue tan educativo como divertido, y dejó a los estudiantes con recuerdos imborrables y un aprendizaje valioso sobre naturaleza, alimentación, y trabajo en equipo.

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