La Química Verde en el Colegio Ntra. Sra. del Carmen de Valladolid

Este año, en el curso de 1º de Bachillerato del Colegio Ntra. Sra. del Carmen de Valladolid, los estudiantes de la materia de Física y Química con sus profesores, se van a sumergir en un innovador proyecto de Química Verde que integrará prácticas científicas con el conocimiento de pruebas respetuosas con el cuidado de nuestro planeta y de sus recursos. 

La Química Verde busca reducir el impacto ambiental en los procesos químicos, promoviendo el uso de recursos renovables y reduciendo o eliminando sustancias tóxicas en las actividades de laboratorio o industriales.

Durante el proyecto, los estudiantes participarán en experimentos que fomentan la sostenibilidad en diferentes áreas, como la síntesis de productos biodegradables, el uso de disolventes ecológicos y la minimización de residuos. Por ejemplo, realizarán ensayos de neutralización de ácidos y bases utilizando indicadores naturales obtenidos de plantas como la col lombarda.

Este enfoque les permitirá desarrollar habilidades prácticas mientras aprenderán a valorar el impacto ambiental de cada reactivo y proceso.

El objetivo del proyecto Química Verde es concienciar a los estudiantes sobre la importancia de la sostenibilidad en la Ciencia y motivarlos a buscar alternativas que contribuyan al bienestar del medioambiente. 

Esta iniciativa de Química Verde parte desde el ideario del Colegio Ntra. Sra. del Carmen de Valladolid a través de su Política Ambiental sobre sostenibilidad medioambiental, y se concreta en el aula con la idea de proporcionar una base sólida para futuras generaciones de científicos comprometidos con el desarrollo de tecnologías limpias y ecológicas.

La química verde se basa en una serie de 12 principios que buscan reducir el impacto ambiental de los productos y procesos químicos, y los cuales pueden ser igualmente aplicables a la vida cotidiana.

1. Prevención: Es mejor evitar la generación de residuos que tratar de eliminarlos después.

La prevención es el principio fundamental de la química verde. Evitar generar residuos es mucho más eficiente que tener que gestionarlos después.

Ejemplo: Reemplazar las bolsas plásticas por bolsas de tela reduce la necesidad de reciclar o descomponer plásticos contaminantes.


2. Química más eficiente: Maximizar el rendimiento de los reactivos y minimizar los desperdicios.

La eficiencia es clave. Si un proceso químico utiliza menos materiales y energía para producir el mismo producto, el impacto ambiental es menor.

Ejemplo: En las fábricas de alimentos, utilizar tecnologías que aprovechan mejor los ingredientes permite reducir el desperdicio de materia prima.


3. Desarrollar productos menos peligrosos: Crear productos que no sean tóxicos para el medio ambiente ni para los seres vivos.

Crear productos menos peligrosos significa evitar químicos que puedan ser dañinos para la salud humana o el medio ambiente. Esto también implica el diseño de productos biodegradables.

Ejemplo: Los detergentes ecológicos están formulados con ingredientes menos agresivos, lo que minimiza la contaminación del agua.


4. Diseñar productos que sean más seguros y eficaces.

Esto implica el diseño de productos que no solo sean más seguros para las personas y el ambiente, sino también más efectivos en su tarea.

Ejemplo: Las pinturas ecológicas utilizan pigmentos naturales y menos químicos, siendo igualmente duraderas que las tradicionales pero mucho menos tóxicas.


5. Reducir la utilización de derivados de sustancias peligrosas.

Usar productos derivados de fuentes renovables o de baja toxicidad siempre es preferible frente a los productos que contienen sustancias peligrosas.

Ejemplo: El biodiesel es una alternativa a los combustibles fósiles que proviene de fuentes vegetales y reduce la huella de carbono.


6. Mejorar la eficiencia energética de los procesos químicos.

Menos energía significa menos contaminación. La química verde busca procesos que consuman menos energía, lo que se traduce en menos emisiones de CO2.

Ejemplo: En la fabricación de vidrio, se pueden utilizar hornos de alta eficiencia que consumen menos energía y generan menos gases contaminantes.


7. Utilizar materiales renovables y biodegradables.

Cuando utilizamos recursos naturales que se pueden regenerar rápidamente, ayudamos a conservar los recursos no renovables.

Ejemplo: Las bolsas de papel biodegradables son una alternativa a las plásticas, que tardan cientos de años en descomponerse.


8. Maximizar el uso de materias primas y productos renovables.

Los materiales renovables son aquellos que se obtienen de fuentes naturales que pueden regenerarse, como las plantas y los residuos orgánicos.

Ejemplo: El uso de bioplásticos hechos a partir de almidón de maíz reduce la dependencia de los plásticos derivados del petróleo.


9. Mejorar los métodos de análisis para minimizar el uso de materiales peligrosos.

Los métodos de análisis más seguros y ecológicos evitan el uso de sustancias peligrosas en los laboratorios.

Ejemplo: El análisis de agua para detectar contaminantes usando técnicas no invasivas, como sensores ecológicos, es un ejemplo claro de cómo se pueden evitar químicos peligrosos.


10. Diseñar productos que sean fácilmente reciclables.

El reciclaje es clave en la reducción de residuos. Diseñar productos con materiales que sean fáciles de reciclar contribuye a un ciclo de vida más limpio.

Ejemplo: Los teléfonos móviles modernos están siendo diseñados para que sus componentes sean más fáciles de separar y reciclar.


11. Utilizar procesos que no generen residuos ni emisiones.

Este principio busca que los procesos químicos no liberen contaminantes al aire, agua o tierra.

Ejemplo: En las plantas de tratamiento de aguas, el uso de tecnologías avanzadas puede purificar el agua sin generar subproductos contaminantes.


12. Minimizar el uso de productos químicos peligrosos en la investigación.

En el laboratorio, es importante evitar el uso de sustancias peligrosas que puedan dañar la salud humana o el medio ambiente.

Ejemplo: El uso de químicos menos peligrosos en los laboratorios de química escolar permite que los experimentos sean igualmente educativos y mucho más seguros.

Los principios de la Química Verde no son solo conceptos abstractos, sino que tienen aplicaciones prácticas que podemos ver todos los días, desde el reciclaje en nuestras casas hasta el diseño de productos más ecológicos. Implementar estos principios nos ayuda a construir un mundo más sostenible y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras.

A medida que todos, desde estudiantes hasta familias, aprendemos más sobre química verde, podemos aplicar estos principios en nuestras vidas y contribuir a un planeta más saludable.

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