Un Desafío con Impacto Global: hornos solares

En estos tiempos, la sostenibilidad y la tecnología van de la mano, y los alumnos de 3º ESO del Colegio Nuestra Señora del Carmen de Valladolid lo tienen claro. En su clase de Tecnología, estos jóvenes se lanzaron a un proyecto genial: construir hornos solares. Y no es solo por aprender, ¡sino por hacer del mundo un lugar mejor!

Todo empezó con un reto lanzado por sus profesores de tecnología: «En una comunidad de un pequeño pueblo africano llamado Solara, donde la energía es escasa y difícil de conseguir, cocinar alimentos es un desafío diario. La falta de acceso a electricidad o gas limita mucho las comidas. Las familias usan métodos de cocción ineficientes y contaminantes, lo que sale caro y daña el medio ambiente. Necesitamos una solución sostenible y accesible para cocinar».

Para resolver este desafío, los alumnos debían seguir el proceso tecnológico explicado en clase. Se trata de un enfoque sistemático utilizado para resolver problemas mediante la aplicación de conocimientos científicos y técnicos. Consiste en identificar un problema, buscar soluciones, diseñar y planificar una solución, construir un prototipo, probarlo y ajustarlo según sea necesario, y finalmente, compartir los resultados. Es una forma organizada y eficiente de utilizar la tecnología para resolver desafíos prácticos.

Se pretende que sea un proyecto de aprendizaje servicio, que combine el aprendizaje académico con el servicio comunitario. Los estudiantes aplicarán los conocimientos adquiridos en el aula para abordar necesidades reales de la comunidad. Los alumnos no solo adquieren habilidades y conocimientos, sino que también contribuyen de manera significativa al bienestar de la sociedad.

Entendiendo el problema y busqueda de soluciones:

Primero, investigaron a fondo sobre Solara y los hornos solares. Las mejores ideas encontradas las suben a un padlet, donde pueden ser discutidas por el resto de compañeros. Vieron varios diseños de hornos solares y eligieron los que mejor se adaptaban a las necesidades y recursos de Solara.

Diseño y Planificación:

Esta fue una etapa crucial. Los alumnos hicieron bocetos y planos detallados de sus hornos solares, asegurándose de que cada diseño fuera práctico y eficiente. Decidieron los materiales que iban a usar, eligiendo siempre opciones reciclables y económicas, como cajas de cartón, papel de aluminio y plástico transparente. Planificaron cada paso de la construcción, distribuyendo tareas en sus equipos para asegurarse de que todos participaran y el trabajo se hiciera de manera ordenada.

Construcción del Prototipo:

Aquí es donde la creatividad se puso a prueba. Los alumnos se dividieron en equipos y se pusieron manos a la obra para construir sus hornos solares. La mayoría utilizaron cajas de cartón para la estructura, forradas por dentro con papel de aluminio para reflejar el calor. Cubrieron la parte superior con plástico transparente para permitir la entrada de la luz solar y mantener el calor dentro. Lo que se llama efecto invernadero. Usaron cinta adhesiva para asegurar todas las partes y crear un sello hermético. Fue un proceso de prueba y error, donde cada equipo tuvo que ajustar sus diseños para mejorar la eficiencia del horno.

Un par de grupos decidieron construir su horno solar utilizando paraguas. Cubrieron la parte superior con material reflectante y transparente para maximizar la captura de energía solar. Esta elección de diseño no solo fue ingeniosa sino también práctica, ya que permitió ajustar la orientación del horno para seguir la trayectoria del sol durante el día.

Un grupo en particular decidió innovar aún más y construyó un horno solar en forma parabólica, utilizando una estructura interior similar a la de un barco de madera. Este diseño parabólico permite concentrar los rayos solares en un punto focal, aumentando significativamente la temperatura y la eficiencia del horno.

La estructura de cartón proporcionó una base robusta y duradera, demostrando un enfoque creativo y práctico para aprovechar al máximo la energía solar.

Pruebas:

Para medir la eficiencia de sus hornos solares, los alumnos utilizaron termómetros y sondas de temperatura para registrar la temperatura interna.

Esto les permitió evaluar qué tan rápido se calentaba el horno, cuánto tiempo se mantenía caliente y si alcanzaba temperaturas suficientes para cocinar los alimentos de manera segura y eficiente.

Compartiendo Resultados:

Presentaron sus hornos a sus compañeros, mostrando cómo funcionan y explicando por qué son tan buenos para el medio ambiente. Organizaron una exposición en el patio del colegio. Mostraron sus hornos solares a todos sus compañeros y explicaron todo el proceso, desde la construcción hasta los beneficios de usar energía solar.

Este proyecto no solo les enseñó sobre tecnología, sino que también les hizo más conscientes del medio ambiente. Los hornos solares no emiten gases contaminantes ni necesitan combustibles fósiles, lo que los hace una opción ecológica. Los alumnos aprendieron sobre la importancia de las energías renovables y cómo pueden ayudar a crear un futuro más sostenible.

Uno de los hornos solares construidos será expuesto en el hall del Educación Secundaria ampliando el impacto del proyecto. Al ver y usar este horno, más estudiantes podrán apreciar los beneficios de la energía solar.

Enseñar a los jóvenes sobre sostenibilidad y energías renovables es sembrar las semillas de un futuro más verde y responsable.

Felicitamos a los alumnos por su dedicación y creatividad, y esperamos ver muchos más proyectos innovadores en el futuro.

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