Subida del Belen a las Cumbres

Como cada año por estas fechas, un grupo de intrépidos montañeros desafian al frio invierno, para subir el Belen a las cumbres. La colocación de este belén está asociada con momentos de celebración y alegría, especialmente en estas épocas navideñas. Y este sentimiento se amplifica al compartir este momento tan especial con viejos amigos con los que cada vez es más dificil coincidir en la montaña.

Para este año hemos elegido la zona próxima a la famosa Tejeda de Tosande, una de las concentraciones de tejos más destacadas de la península ibérica situada en el Parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre de la Montaña Palentina.

La salida la realizamos desde un aparcamiento situado a unos 6 kilómetros de Cervera de Pisuerga en dirección Guardo, en la carretera comarcal C-626.

La primera parte de la ruta la realizamos por una pista perfectamente señalizada hasta cruzar un tunel que atraviesa las vías del tren. En este punto giramos hacia la derecha tomando el Camino Olvidado a Santiago.

Después de andar 2 kilómetros a traves de este helado camino, nos desviamos a la izquierda para comenzar a subir a través de un bonito bosque de robles y hayas. Tambien encontramos bonitos acebos y avellanos.

En esta época casi en invierno está bastante pelado de hojas. La ascensión es bastante exigente por lo que debemos concentrarnos para ahorrar energías.

Según nos aproximamos a la primera de las cimas, el Pico Almonga de 1520 metros de altitud, la vegetación cambia drasticamente, desapareciendo totalmente, teniendo incluso que trepar muy fácilmente a traves de la roca en la parte más alta.

Desde arriba las vistas de la Montaña palentina son espectaculares. A nuestra espalda al fondo queda la niebla que cubre gran parte de la meseta castellana.

Peña redonda, Espigüete, Pico Murcia, Curavavas y otros muchos son perfectamente distinguibles. La falta de nieve en estas cimas en la época en la que estamos hace que nos demos cuenta de la sequia que estamos sufriendo este año.

Abajo, el Pantano de Ruesga, hace que nos reafirmemos en esta afirmación. Y que todavia haya personas que no se den cuenta de los signos evidentes que el Cambio Climático nos está ofreciendo…

Después de un tentempie bajamos al collado del brezal, donde numerosos brezales incomodan nuestro caminar para subir a la segunda de las cimas, el Pico de las Cruces, situado a 1570 metros. ¿Las vistas? Igualmente de maravillosas. Encima, es que el día es espectacular.

Es en este momento cuando abrimos el turón y el champan y colocamos el belén. Observar la vastedad de este paisaje montañoso que se extiende ante nosotros nos llena de asombro y admiración. La belleza natural que nos rodea realza la experiencia de subir un belén en un entorno tan majestuoso.

¡Todo muy sano, sostenible y de la tierra! A ver si las próximas ascensiones nos patrocinan la subida. 🙂

Aunque con pena, es el momento de bajar. Lo hacemos tranquilamente, parando a comer, hasta llegar al Camino de Tosande, en la parte baja del valle del mismo nombre. En esta zona, la falta de Sol, hace que debamos abrigarnos adecuadamente.

Desde aquí subimos, a traves de un hayedo excepcional y ayudados por unas traviesas de madera, a la Tejeda de Tosande.

En este lugar encontramos ejemplares de tejos de 1,5 m de diámetro y edades cercanas al milenio.

La presencia de animales, junto a la competencia del hayedo y el pisoteo excesivo por parte del turismo, han hecho peligrar el futuro de la Tejeda, por lo que hace unos años se colocaron pasarelas de madera y se protegieron algunos ejemplares jóvenes con mallas de acero galvanizado.

Después de la tejeda, llegaremos a un mirador desde donde iniciamos el descenso de nuevo a traves de un bonito bosque de hayas hacia el valle de Tosande, donde nos encaminamos hacia el aparcamiento.

¡Nos vemos en la montaña!

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