
Corresponsal: Elvira García Alonso
Cenamos en La Balme tempranísimo, como siempre. No hay un sitio para estar y charlotear un poco. Nos reunimos un poco en la habitación.
Salimos temprano y empezamos a subir al Col de Bonhomme, después Col de Fours (2665mts) y ya que estamos, un piquín alpino. El Tete nord des Fours (2756mts). Nos prestó mucho, nuestro primer pico. Tenía un poco de nieve. Desde el pico vimos el Cervino y más picos, todos nevados, de cuyo nombre no me acuerdo.
















Hacía calor, pero las vistas eran espectaculares, fuimos todo el tiempo viendo glaciares y vimos un paisaje verde y brillante (mica). Yo no entiendo nada de geología, pero es un mundo lleno de rocas y coloridos distintos. Poco antes de llegar a Mottets paramos a comprar un queso en una quesería muy auténtica. Una pasada, un farmer todo dobladín y unos quesos que pesarían 100 kilos. Compramos un poco, no el queso entero, y nos lo comimos en el refugio de Mottets con una caña. 7,5 euros. Hay que pedirla en la cocina. Descansamos en las tumbonas y además hicimos estiramientos en el prado.

Cenamos muy bien. Sopa con garbanzos y fabas, col y salchichas. De postre fruta confitada. Mientras cenábamos nos amenizaban con una especie de gramola.
Cuando sonó Viva España, Manuel y yo nos echamos un pasodoble. Es un refugio cuidado, decorado con aperos antiguos. Sin cobertura. A mí me encantó. Después de escribir un poco, a la cama enseguida, que mañana cruzamos a Italia, y es una etapa dura. No hay cobertura.