Trekking por el Atlas, Marruecos: MARRAKECH

Durante 9 días hemos realizado una de las aventuras más espectaculares y diferentes que pueden realizarse a un módico precio sin alejarnos mucho de España. Se trata de una empresa que está al alcance de todos, siempre que estés en buena forma y dispuesto a desprenderte de ese halo de comodidad que tenemos en los países desarrollados, arriesgándote a entender y disfrutar de una cultura diferente. Durante estos días hemos compartido nuestro amor por la naturaleza y de las montañas con personas muy distintas a nosotros, de forma mucho más humilde a lo que estamos acostumbrados. Hablamos del Alto Atlas de Marruecos.

Salimos de milagro del Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. De milagro, porque cuando llegamos a la puerta de embarque todo el pasaje había subido. Si no es por la persona de la puerta que amablemente nos dejó pasar, no estaríamos escribiendo estas líneas en estos momentos.

El vuelo discurre sin complicaciones. Desde el aire, según nos vamos acercando, podemos observar como los colores parecen desaparecer, dando lugar a una coloración marrón, debido a la gran cantidad de arena y polvo presentes en esta zona. La falta de agua es más que evidente y uno de los mayores hándicap con los que tendrán que luchar los habitantes de este lugar.

Marrakech es una ciudad histórica y vibrante que se encuentra en el corazón de Marruecos. Conocida como la «Ciudad Roja» debido al color de sus edificios y murallas, es famosa por su rica historia, arquitectura impresionante, zocos bulliciosos y una atmósfera llena de vida.

Lo primero que nos encontramos nada más llegar es una sensación de haber retrocedido varios años en el tiempo. Aunque fuera de la muralla tiene áreas prósperas y modernas, con grandes urbanizaciones custodiadas por seguridad privada, en su interior existen zonas donde la desigualdad económica es más que evidente. La mayoría viven del turismo con niveles de vida más bajos y menos acceso a servicios básicos. Además nos encontramos muchísima suciedad. patrón que se irá repitiendo posteriormente en todas las zonas por las que estamos.

No vamos a comentar nada del tráfico. El conductor que nos lleva es posible que en algún otro trayecto haya pasado por encima de alguno de los automóviles que tiene delante ¡Que barbaridad! Y a mi que me habían comentado que aquí en Marruecos ¡Prisa mata!

Notamos también mucha religiosidad. Buscando información, descubrimos que los musulmanes creen que seguir y cumplir los «Cinco Pilares del Islam» es esencial para vivir una vida piadosa y en conformidad con la voluntad de Dios (Allah en árabe). Los Cinco Pilares del Islam son la Shahada, que es el testimonio de fe, que consiste en declarar con sinceridad y convicción que «No hay más dios que Allah, y Mahoma es su mensajero». Este testimonio de fe es la base de la creencia en el monoteísmo islámico y en la profecía de Mahoma.

La Salat u oración ritual diaria. Los musulmanes deben realizar cinco oraciones diarias en dirección a La Meca: al amanecer, al mediodía, a media tarde, al atardecer y por la noche. Estas oraciones son un recordatorio constante de la presencia de Dios en la vida cotidiana. La llamada a la oración en el Islam se llama «adhan» en árabe. La llamada a la oración es realizada por un individuo designado llamado «muecín» o «muezzin». El muecín es la persona encargada de recitar el adhan desde un minarete de una mezquita para anunciar el momento de la oración a la comunidad musulmana en un área determinada.

Adhân, llamada a la oración que realiza el Almuecin a grito pelado.

A las 5 de la mañana no hace mucha gracia…

La Zakat es la caridad obligatoria. Los musulmanes que tienen los medios financieros adecuados deben dar una parte de su riqueza a quienes están necesitados. Esta práctica promueve la solidaridad y la ayuda mutua dentro de la comunidad. La famosa Sawm o ayuno durante el mes de Ramadán, el noveno mes del calendario islámico lunar. Durante este mes, los musulmanes abstienen de comer, beber y otras actividades durante las horas de luz del día. El ayuno es un acto de autodisciplina, espiritualidad y compasión por los menos afortunados. Y por último la Hajj o peregrinación a La Meca. Todo musulmán adulto y físicamente capaz debe realizar el Hajj al menos una vez en la vida, si puede hacerlo económicamente. La peregrinación anual reúne a musulmanes de todo el mundo y simboliza la unidad de la umma (comunidad islámica).

Estos Cinco Pilares del Islam son fundamentales para la vida religiosa de un musulmán y representan los aspectos esenciales de su relación con Dios, con los demás y con la comunidad en su conjunto.

Una vez que nos hemos documentado, nos acoplamos en nuestro Riad y nos preparamos para dar una vuelta por las calles de Marrakech. ¡El Riad Maud es impresionante! Lo primero, como grandes hospitalarios que son, nos reciben con un exquisito té caliente.

Salaam Alaykum – Nos saludan cortesmente.

Alaykum Salaam – respondemos amablemente, aunque no tengamos ni idea de como se saluda en Marruecos.

Mira que no me gusta esta bebida, pero en este viaje lo he ido sacando su punto. Y eso teniendo en cuenta las temperaturas de 40º que hemos estado sufriendo. Puede resultar contradictorio, pero beber algo caliente cuando hace calor, hace que tu cuerpo responda aumentando la sudoración. A medida que el sudor se evapora de la piel, te sientes más fresco. Además, el té caliente puede aumentar temporalmente la temperatura corporal interna, lo que puede hacer que sientas que estás transpirando más y, por lo tanto, proporcionar una sensación de alivio. ¡Que cosas!

La única forma de conocer de conocer esta fantástica ciudad es caminar por La Medina, el casco antiguo de Marrakech, un laberinto de callejuelas estrechas, plazas animadas y mercados tradicionales, por la Plaza Jemaa el-Fna, llena de vendedores ambulantes, músicos, encantadores de serpientes y más, entrar en alguno de sus palacios y Jardines o acercarnos a alguna mezquita o monumento.

¡Perderse! en una palabra. Así que una ducha rápida y vaya si lo hicimos. Es la única manera de empaparnos de esta cultura de comerciantes, regateando siempre que podamos. Aunque algunos de nosotros seamos unos pésimos regateadores…

La noche en la Gran Plaza Jemaa el-Fna

Por la noche al regresar al Riad Maud, conocemos al resto de nuestros compañeros de aventura. Son todos de Burgos y ya se conocían anteriormente. Entre ellos se encuentran 4 chavales de distintas edades, que junto al nuestro, nos harán disfrutar de unas jornadas memorables.

¡Que difícil dormir con la gran cantidad de impresiones que hemos recibido!

Al día siguiente nos levantamos para recorrer nuevamente en la Medina de Marrakech. Hemos quedado con la camioneta que nos llevará a ABACHKOU a las 2 de la tarde, por lo que tenemos tiempo todavía para visitar Marrakech.

Aprovechamos para ver dos lugares que no hemos podido ver ayer, la Madrasa de Ben Youssef y la Sinagoga Salat Alzama. La Madrasa de Ben Youssef es una histórica escuela islámica fundada en el siglo XIV y lleva el nombre de Sultan Ali ibn Yusuf, quien fue un gobernante almohade. Durante su historia, la madrasa funcionó como un lugar de educación religiosa y estudio del Corán para estudiantes islámicos. El edificio presenta hermosos mosaicos, tallados en madera, estucos elaborados y detalles geométricos típicos de la arquitectura islámica y morisca. Los patios y las habitaciones de los alumnos están dispuestos alrededor de un patio central con una fuente, y los diseños geométricos y florales son un testimonio de la habilidad artística de la época.

La Sinagoga Salat Alzama es una antigua sinagoga situada en la Medina de Marrakech.  Construida en 1492, el año en que los judíos fueron expulsados de España, el edificio actual data de finales del siglo XIX, y está situado en la Mellah (barrio judío) de la medina (casco antiguo), formando parte de una serie de construcciones que rodean un gran patio central bien cuidado Esta sinagoga histórica fue construida para servir a la comunidad judía local y es un testimonio de la rica herencia judía de Marruecos. Aunque la población judía de Marrakech ha disminuido significativamente a lo largo de los años, la sinagoga sigue siendo un lugar de culto.

A las 2 de la tarde, nos despedimos del Riad Maud y nos recogen en una furgoneta moderna para llevarnos a ABACHKOU. Es ahora cuando realmente comienza la aventura.

Vamos a caminar por alguna de las zonas mas pintorescas y mejor preservadas de todo el Alto Atlas marroquí. Nos cuentan que no debemos preocuparnos del calor, porque la mayor parte de la ruta transcurre por encima de los 2500 metros. De hecho, traemos ropa técnica de abrigo para el día de la subida a la cima del M Goun y durante las dos noches que pasaremos alrededor de los 3000 m. de altura.

Desde el valle de Bougamez, un lugar que ha sabido conservar prácticamente intacta una arquitectura rural de una belleza sorprendente, accederemos a la llanura de Tekeditt donde veremos congregaciones de importantes poblaciones de nómadas. Desde Terkeditt subiremos a la cresta del Mgoun, que nos llevará en una travesía larga pero sin complicaciones hasta la cima. El trekking terminará atravesando el imponente cañón del río M Goun, lo que sin duda será otra de las experiencias imposibles de olvidar.

Nervios no, lo siguiente.

Según salimos de la muralla nos vamos fijando nuevamente en la multitud de urbanizaciones donde presumiblemente se alojan las familias más pudientes. Todas con seguridad privada. Y la gran cantidad de obras que están ahora en marcha.

Fuera de la urbe lo que más nos llama la atención es el secarral que se presenta ante nosotros. Únicamente varios olivos perturbar este desolador panorama. Y polvo por todos lados. Y, lamentablemente, muchísima basura en las cunetas. Este parece un problema recurrente en esta zona que estamos visitando. Atravesamos numerosas poblaciones con mercados en la carretera. Si que son comerciantes, si…

La carretera hasta nuestro destino se hace larga, por el sofocante calor y la larga planicie que atravesamos.

A mitad de camino paramos en Iminifri Natural Bridge, una estructura de piedra creada por el agua que fluye por debajo, creando formas a una altura de más de 20 metros. Es una atracción turística popular, rodeada de algunos restaurantes locales. La subida y bajada desde el puente natural es corta y no complicada. Al finalizar existe una pequeña poza donde los lugareños se bañan.

Según nos acercamos a nuestro destino, el terreno comienza a ser bastante más montañoso.

Nos llaman la atención las edificaciones. Se trata de casas de piedra y arena mezclada con paja, con tejados planos recubiertos de tierra sujetos por grandes maderos. Me trae muchos recuerdos de las temporadas que pasaba con mis abuelos en esas casas de adobe de Castilla ¡Curioso!

Llegamos. Lo primero que hacemos es conocer a Mohamed, nuestro guía que nos llevará durante varios días a través de estos curiosos paisajes. El mismo, prácticamente sin saber nada de español nos presenta a los que serán los muleros y nuestro cocinero. Esta falta de comunicación es una de las pegas más importantes con las que tendremos que lidiar durante los próximos días y que nos condicionará la manera de entender la cultura de los habitantes de estas montañas: los bereberes.

Por supuesto, no puede faltar la hospitalidad con un «refrescante» té. Nos enseñan las dependencias. Todo un lujo teniendo en cuenta el lugar.

Y después de una buena ducha, una copiosa cena y una charla para ir conociéndonos mejor, nos vamos a la cama que mañana es el gran día. El día en que comenzamos…

¡El Trekking de La CIMA y las GARGANTAS del M ́GOUN!

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