Día internacional de la mujer trabajadora

“Por justicia”…

Este es el lema con el que este año se celebra el día de la mujer trabajadora. Por justicia debemos ser iguales, tener las mismas oportunidades, el mismo respeto, el mismo reconocimiento. Para ello tenemos que cambiar esas mentalidades obsoletas que todavía ven diferencias entre hombres y mujeres, y separan las tareas de casa para ellas o consideran que ellos tienen que cobrar más sueldo por un mismo trabajo…¡BASTA YA!

Desde el colegio y, en concreto, desde el equipo de orientación con el plan de igualdad “Ígual”, hemos realizado varias actividades de sensibilización, ya que este es el punto de partida: la educación. Los centros educativos tenemos que transmitir mucho más que unos contenidos curriculares, tenemos que ayudar a nuestros jóvenes para que no permitan esas desigualdades y, mucho menos, el desprecio o el maltrato a una mujer.

Así, un grupo de alumnos ha recorrido las aulas del centro leyendo dos decálogos: uno, el de la mujer que nunca será maltratada y otro, el del hombre que nunca será maltratador ni infravalorará a la mujer. Después se han colocado unos carteles con estos decálogos en las paredes para que los tengamos presentes no solo el 8 de marzo, sino todos los días. Pues todos los días hay que respetar y valorar a nuestros compañeros, bien sean chicas, bien sean chicos.

Mientras, el coro del colegio ha representado y ha cantado el rap “El final del cuento de hadas”, cuya letra clara y directa nos transmite un buen mensaje: no permitas que te infravaloren ni te falten el respeto.

Y para terminar, los más pequeños han asistido a la representación teatral que han realizado dos de nuestros alumnos, Javier Alaguero Martín y Ana Villagrá Delgado. Con ella han cuestionado a las princesas de los cuentos tradicionales que se quedan en casa esperando a que llegue su príncipe azul mientras recogen la casa a siete enanitos o se prueban cientos de zapatos…

Ya no hay princesas, ni príncipes, hay personas…personas iguales, con los mismos derechos y libertades, ¡que nadie te prive de ellos!